La cuarentena ha beneficiado los espacios naturales por todo el mundo. Un ejemplo claro es la hermosa reserva de Holbox donde, gracias a la ausencia de personas, los animales regresen a sus hábitats.
La reserva de Holbox es una isla muy conocida por su cercanía a la naturaleza, pero desafortunadamente la enorme cantidad de turistas ha alejado los habitantes naturales de la isla. En temporada alta se registra alrededor de ocho mil visitantes diarios a la pequeña isla.
Y eso ha tenido efectos negativos para la naturaleza. Pero ahora durante la cuarentena, los animales se están acercando de nuevo.
En el borde de la Reserva Natural Yum Balam la Zona Hotelera de Holbox se quedó sin turistas ni visitantes. Se han podido observar grandes mantarrayas a las orillas de Punta Cocos. Normalmente las mantarrayas no se acercan tanto a la playa por temer a las personas.
Pronto las tortugas carey llegaran a las playas de Holbox y no dudarán subir a la arena para dejar sus huevos. Eso es sin duda alguna una extraordinaria noticia para las tortugas ya que es una especie en peligro de extinción.
Se han visito delfines en las aguas cristalinas de Holbox y se esperan más ya que el avistamiento de delfines pronto iniciará. Sin lanchas y personas los delfines están explorando territorio que antes les pertenecía.
Cantan a toda voz las aves quienes están disfrutando tener a los humanos en casa. La reserva de Holbox siempre ha sido un santuario de aves donde podemos observar garzas, flamencos y una variedad de aves migratorias. Este año se han visto un poco mas de aves que lo normal y se les ha escuchado cantando con singular alegría.
Holbox se ha enfocado en años recientes en cuidar a la naturaleza. Reconocieron que el turismo estaba dañando a su isla y empresarios empezaron a buscar formas de tener el equilibrio entre el turismo y el cuidar el patrimonio de todos. ¿La cuarentena nos ha servido para despertar y entender el enorme daño que hemos estado haciendo a bellos lugares como Holbox?